Cuando el valor de Tesla en el mercado automotriz superó hace dos semanas los US$100.000 millones, sobrepasando el de la alemana Volkswagen, muchos dudaron que pudiera mantener esa cifra.
Pero, el martes pasado, el valor de las acciones de Tesla se disparó más de un 13%, alcanzando un valor superior a US$887 por unidad y llevando el total de la empresa más allá de los US$150.000 millones.
La firma, que había reportado pérdidas cada año desde su inicio, enfrentaba una crisis de movimiento de efectivo en medio de retrasos de producción y gastos excesivos.
También abundaban las dudas sobre la capacidad gerencial del director ejecutivo, Elon Musk, que se labró una reputación de hacer promesas que no podía cumplir.
Desde entonces, las cifras de Tesla han mejorado. La firma ha registrado dos trimestres de ganancias y su nueva fábrica en Shanghái empezó la producción mucho antes de lo esperado.
Las indicaciones sugieren además que la demanda de los compradores se mantiene firme, a pesar de los temores de una posible ralentización.
Su nuevo modelo de auto, el Cybertruck, atrajo 200.000 pedidos, aun después de un incidente embarazoso en el que las supuestas «resistentes» ventanas del auto se rompieron durante una demostración.
La empresa también ha eludido el impacto de errores autoinfligidos, como los tuits que lanzó Musk en 2018, que le ganaron acusaciones de manipulación de precios, lo que forzó su destitución como presidente de la compañía.
«Ha quedado muy claro a los inversionistas que Tesla cuenta con una variedad de impulsores de crecimiento sostenible a largo plazo que son muy difíciles de negar«, comenta Rolf Bulk, analista de la firma especializada de inversión New Street Research.
Los analistas de otra firma de productos de inversión, Wolfe Research, reconocieron estar «un poco sorprendidos por la magnitud» del alza de las acciones, pero añadieron que «la abundancia de aspectos positivos explica el movimiento».
En un memorando a sus clientes, la semana pasada, escribieron: «Podrá haber altibajos, pero nuestra perspectiva es que las acciones han encontrado un nuevo alcance«.
¿Se pueden sostener estos precios?
Rolf Bulk cree que la reciente subida de las acciones indica que algunos de los inversionistas que apostaban en contra de la empresa han sido marginados o forzados a tomar «posiciones cerradas», un proceso que implica comprar acciones, lo que aumenta los precios.
Pero el grupo de asesoría de inversión S3 Partners, que monitorea esa actividad, dice que sus investigaciones muestran que la compra reciente ha sido hecha por una mezcla de inversionistas ordinarios y empresas grandes.
No obstante, las acciones de Tesla históricamente han estado sujetas a grandes vaivenes.
Algunos observadores señalaron que los precios podrían desplomarse otra vez, especialmente en vista de la nueva inversión que Tesla está haciendo en una nueva fábrica en Europa y la realidad del coronavirus que ha forzado el cierre temporal de la producción en Shanghái.
La perspectiva de un primer trimestre débil es «algo que no ha sido completamente reconocido por Wall Street hoy en día», añadió Bulk.
¿Qué pasa con los otros fabricantes de autos?
Tesla entregó más de 367.500 automóviles el año pasado, un incremento de 50% comparado con 2018. Se pronostican ventas de unos 500.000 unidades para este año y los analistas proyectan que Tesla podría alcanzar los 2 millones para 2030.
Pero sus entregas se mantienen muy por debajo de las de sus rivales.
Volkswagen entregó casi 11 millones de vehículos el año pasado, mientras que Toyota -que tiene un valor en el mercado de más de US$230.000 millones- vendió más de nueve millones en los primeros 11 meses de 2019.
Sin embargo, los expertos dicen que en la tecnología de autos eléctricos, Tesla sigue liderando la industria. La firma bien podría mantener ese liderato durante más tiempo de lo esperado, a medida que la demanda de vehículos eléctricos crece.
Incluso se especula que la inversión que ha hecho la empresa en baterías podría posicionarla como proveedora de otras grandes firmas automotrices.
En una reciente nota a sus clientes, Adam Jonas, analista de Morgan Stanley, dijo que si Tesla pudiera lograr todos esos resultados, podría alcanzar el valor al que se están vendiendo sus acciones actualmente.
Pero añadió que ese era muy optimista que podría tardar de 10 a 20 años en producirse, «considerando siquiera que se pudiera lograr».
Fuente: BBC Mundo.
Este espectacular salto significa que las acciones de la automotriz se han más que triplicado en los últimos tres meses, superando los pronósticos de algunos de los analistas más optimistas que le siguen los pasos al fabricante de autos eléctricos
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