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5 ideas tecno que podrían ser un éxito en cuatro años

Junto al Congreso de Móviles de Barcelona se celebra 4 Years From Now (Dentro de 4 años), una feria de emprendedores en las que se pueden conocer algunas ideas innovadoras

La sede fue el Montjuic y la idea es exhibir startups que, mediante inversiones, puedan ser exhibidos en 4 años en el MWC como un producto maduro. En esta edición, 600 empresas mostraron productos y soluciones que ya están en el mercado o prometen estarlo en el corto plazo.

Light, celular para hipsters

El JOMO (Joy of Missing Out), la alegría de perderse lo que sucede en redes sociales, es tendencia, al menos para algunas personas. Joe Hollier y Kai Tang, dos (hipsters) emprendedores de Brooklyn, Nueva York, presentaron Light, un celular con el tamaño de una tarjeta de crédito que solo sirve para hacer y recibir llamadas.

Lograron financiarlo a través de la plataforma de crowfunding Kickstarter (con U$S 415.127 recaudados). Tang explicó a LA NACION que se trata de un dispositivo pensado para usarlo como segundo teléfono bajo el lema «desconectate para conectarte».

El celular se vende en blanco y negro, viene en un packaging con formato de libro, en donde se incluyen fotos de diferentes paisajes de la naturaleza y una carta. Su precio es de US$ 150 y la preventa se hace en thelightphone.com.

Soluciones de RV de C-Lab

Creative Labs (C-Lab), el programa de incubación de proyectos desarrollados por empleados de Samsung, estuvo presente en Montjuic. Allí, se presentaron proyectos de realidad virtual como Relúmino, una aplicación para los anteojos Gear VR, destinada a personas con deficiencia visual o ceguera casi total. Permite, por ejemplo, leer y, básicamente, funciona como una especie de lupa que mejora la calidad de lo que se está tratando de ver.

Otra de las atracciones fue VuildUs, una aplicación de diseño de interiores que permite comprar muebles (vistos en 3D) y ubicarlos en el espacio deseado en una imagen 360 de la locación. Esto evitaría medir los espacios a amoblar ya que las dimensiones consideradas son reales.

Finalmente, Monitorless (sin monitor) fue una de las soluciones más celebradas. Parecen anteojos de sol normales (menos llamativos que los Spectacles de Snap) pero funcionan como un control remoto de realidad virtual y mixta.

Así, permite ver y usar las pantallas de otros dispositivos como el smartphone o la notebook, desde las gafas, algo así como los HoloLens de Microsoft. Conecta por Wi-Fi, incluye batería y se control con su panel táctil.

Juguetes sexuales conectados

Aún en un pequeño stand, MysteryVibe Crescendo no pasó desapercibido. Es un vibrador de silicona flexible que viene en diferentes colores e incluye 6 motores controlados desde una aplicación móvil (MysteryVibe). La idea es usar las vibraciones que ya vienen configuradas o establecer las que desea cada usuario.

Fue desarrollado por emprendedores ingleses, quienes ya están trabajando en un dispositivo similar que agrega el control de las luces, a través de un sensor compatible con Alexa, el asistente de voz de Amazon.

Handpan con aplicación

Otro invento financiado a través de Kickstarter es Oval, un nuevo instrumento de percusión con forma de óvalo y 8 botones en forma de flor. Cada botón puede ser cargado con diferentes sonidos desde una aplicación. La idea es crear diferentes sonidos, y se puede usar en conjunto (dos personas) o de forma individual.

Todo fue idea del músico Ravid Goldschmidt, que dicta clases de handpan, un instrumento de percusión celta que, en este caso, resultaría ser la versión analógica de Oval. Hacia el final del MWC, ya se habían vendido 1023 unidades en la preventa del dispositivo, por US$ 1100, a través de su sitio oficial.

Aprendizaje en comunidades expertas

Sharing Academy ganó el premio a la mejor aplicación durante los Mobile Premier Awards, premios no oficiales del MWC que contaron con su décima edición. La idea es simple: crear una comunidad colaborativa de aprendizaje entre estudiantes.

La aplicación es catalana, creación de Jordi Llonchapp, tiene un año de existencia y hoy funciona solo para universidades de España. El objetivo es que estudiantes que hayan aprobado materias de determinadas carreras puedan ayudar a otros que las estén cursando, y que tengan alguna dificultad.

Así, los ex estudiantes se convierten en profesores, cobrando por las horas de clase. La herramienta tiene diferentes capas de seguridad para controlar la identidad de los «profesores» y su reputación, por ejemplo.

Los próximos pasos son extender la solución a universidades de otros países de la Unión Europea, en principio.

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